Rosal injertado o rosal de raíz propia

La técnica comercial más común es el injerto (rosal injertado), que implica unir un brote o injerto de una variedad de rosa a un porta-injertos vigoroso de otra, también conocido como “patrón”.

Rosal “porta-injertos” o patrón, en este caso la variedad Natal Briar. Estos rosales son muy vigorosos y también florecen.

Esta es la forma en que se cultivan la mayoría de las rosas modernas porque permite una producción rápida. Si el “patrón” brota un tallo, esto hace que que la parte superior de la planta muere y el porta-injertos (patrón) toma el control, tal vez debido a la falta de cuidado. Al parecer las rosas en sus propias raíces pueden crecer más lentamente durante el primer año o dos, pero su rendimiento a largo plazo es sobresaliente.

A la hora de adquirir su rosal en un vivero, es importante revisar el punto de injerto. Si se deja mucho tallo del “patrón”, es posible que brote de ahí lo que se llama en inglés “suckers” o “chupones” en español. Si esto ocurre, debe eliminarlo inmediatamente.

Este es un “sucker” o “chupón” de un rosal de la variedad “Sweet Mademoiselle” que el patrón atravesó la maceta y a partir de sus raíces brotó un tallo.

Pueden ver este vídeo explicativo de “El rincón de Toshío”, un jardinero argentino que tiene muchos vídeos sobre plantas, flores y rosas:

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